Mayrit
- Julio Sandoval
- 9 nov 2017
- 2 Min. de lectura
«Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón»
Allá por el siglo IX, el emir cordobés Muhammad I decide guarnicionar la frontera para avisar de las posibles amenazas a Toledo. Al igual que esta fortaleza, surgen otras como Alcalá la vieja o Guadalajara. De esta manera, entre la antigua capital visigoda y Guadarrama se alza una fortaleza o almudaina sobre un promontorio próximo al Manzanares. El río, los campos de cultivo y los bosques cercanos hacían que el punto defensivo estuviera provisionado de enseres en caso de posible asedio o amenaza.

Extensión de la fortaleza árabe de Madrid.
La nueva construcción estaba compuesta por una parte militar que ocupaba el espacio comprendido entre el Palacio Real y la Almudena. Extramuros existían otros espacios y barrios, uno musulmán y otro mozárabe, que se encontrarían en la actual zona de ópera y la latina. Como dos putas no campan, como dice el refrán, ambos colectivos estaban separados por el arroyo de San Pedro (actual calle Segovia). Eso de la España de las Tres Culturas es un invento algo curioso, ya que muchas veces acababan a la gresca entre unos y otros, pocas veces fue algo idílico.
Volvamos al poblacho que nos atañe. Corría ya el año 1085 y la ciudad de Toledo se ha rendido al rey don Alfonso VI de Castilla. Toda la zona pasa a ser cristiana. Justamente, cuando los cristianos poseen el poder en Magerit,se realiza una procesión para agradecer a Dios y a la Virgen su ayuda. Cuando procesionaban junto a la muralla un trozo de muró se desprendió y apareció una imagen custodiada por dos velas. Esta imagen es de la Virgen María, pero fue conocida como la Virgen de al-mudy o almudín (depósito de trigo o cereales).
A pesar de no existir datos exactos sobre la antigüedad de la talla como del culto, existen documentos que indican que al menos tres siglos antes de ser encontrada fue ocultada por decreto del arzobispo Raimundo de Toledo. Sin embargo, todo apunta a que estos documentos fueron elaborados con posterioridad a la conquista cristiana de la ciudad para respaldar la legitimidad de esta conquista como una Reconquista, al igual que pasó en la mezquita toledana del Cristo de la Luz y el zapatazo del caballo del monarca.

El milagro de la Almudena. Fuente: Madridárabe.
Con el paso del tiempo, el culto a la Virgen del Almudín, que sabiamente se castellanizó como Almudena, y a otro santo de la Villa, San Isidro, fueron proliferando y se convirtieron en los protectores de ese poblacho que fue tornando en ciudad importante cuando en 1561 se convirtió en la capital del Reino de las Españas.
Tengan buen día de la Patrona y feliz santo a todas las Almudenas.
댓글