top of page

Los numantinos de Madrid

  • Foto del escritor: Diego Alatriste
    Diego Alatriste
  • 20 ago 2017
  • 2 Min. de lectura

Aunque en este artículo vamos a hablar de numantinos, nada tiene que con la heroica resistencia de la ciudad soriana frente a los romanos. Hoy nos vamos a trasladar al siglo XIX, cuando el rey Fernando VII, el peor rey de la historia de nuestro país, andaba jugándosela a los liberales y negándoles los derechos antes conseguidos. Cansados de la arrogancia del monarca, el colectivo más colectivo se alza en Cabezas de San Juan (Sevilla) bajo las órdenes del teniente coronel Riego. Curioso que nuestro militar tenga la misma graduación que aquel guardia civil con bigotazo que le dio por pronunciarse un 23-F.


La real belleza de Fernando VII


Tras el alzamiento en el pueblo sevillano, el militar llegó a Madrid y con un grupo de políticos y conmilitones impusieron al rey la constitución de 1812. Fernando VII aceptó a regañadientes y no paró de poner trabas. Así comenzaría el Trienio Liberal. Durante el nuevo gobierno algunos sectores de la población (clero, campesinado y demás colectivos conservadores) descontentos apoyaron al rey en sus intenciones y crearon gobiernos al margen del legal. Parece que esto va a terminar mal.


Ante la imposibilidad del público patrio para terminar con el gobierno liberal, el “deseado” pide ayuda a las potencias europeas y éstas, que eran amigas del absolutismo, pues interviene. Allá que te va que llegan los soldados franceses, Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del duque de Angulema para poner a Fernando en el poder. Con esto acaba la ilusión liberal y vuelven los “¡Vivan las Caenas!”. Todos los que apoyaron dicho sistema fueron encarcelados y los cabecillas sería ejecutados, como es el caso de Torrijos en Málaga y Riego en Madrid. El teniente coronel será ajusticiado en la Plaza de la Cebada por ahorcamiento y posterior decapitación, por si cojeaba la criatura.


El teniente coronel Riego


Esta ejecución hizo que los madrileños salieran a la calle, la mayoría con la chaqueta cambiada, a gritar contra el liberal. Dentro de este tumulto había tres jóvenes: Ventura de la Vega, Patricio de la Escosura y José de Espronceda. Estos tres futuros escritores románticos, henchidos de orgullo y espíritu liberal, decidieron fundar una sociedad secreta para vengarse del rey. Los numantinos, que así se llamaban estos adolescentes de quince años, ataviados con capas negras y máscaras se reunían en una gruta del Parque del Retiro, muy próximo a la trasera del Real Observatorio. Finalmente, los adolescentes no consiguieron cumplir su objetivo y fueron detenidos en 1825. Fueron condenados al destierro durante cinco años, pero como al fin y al cabo era una niñería, y que el padre de Espronceda era militar, se redujo a tres meses en Guadalajara junto a él.


Dejando de lado las niñerías, estos impetuosos niños llegarían a ser los autores más destacados de su época. Al fin y al cabo, parece que ese espíritu romántico les acompañó desde su más tierna infancia. Por último, invito al lector a que se pase por la puerta del Ángel Caído y busquen la gruta.


El escritor José de Espronceda.



 
 
 

Comments


© 2016 por Alejandro Nieto Tapia y Julio Sandoval Márquez.

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños. 

Cicerón (106 a.c.-43 a.c.)

  • Facebook - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
bottom of page