Ya se van los quintos, madre
- Diego Alatriste
- 7 may 2017
- 3 Min. de lectura
“Me quisiste mozo libre,
también me querrás soldado
¿Cómo vas a despreciar
lo que el rey no ha despreciado?”
Antón. Coplilla típica.
En los últimos meses, ha habido gran controversia por el bulo desatado por el periódico 12minutos. En la noticia se hablaba de la posibilidad de que en España se restituyera el Servicio Militar Obligatorio. Por otro lado, las noticias que nos llegan de Europa anuncian que la “mili” volverá a formar parte de la vida de muchos jóvenes. El francés Macron propone que se realice un mes de servicio para aumentar la disciplina y disminuir el analfabetismo en los suburbios, mientras que otros países como Alemania, Suecia, Dinamarca, Austria o Grecia la han aumentado o recuperado ante la inestabilidad y el terrorismo. Además la OTAN ha aumentado al 2% del PIB el gasto militar en los países miembros con horizonte 2020. ¿Qué se cuece en Europa?
Después de pasearnos por la geopolítica actual, vamos a detenernos a hablar del sistema de quintas y el Servicio Militar Obligatorio durante los conflictos españoles en el s. XIX y XX. Éste tiene su origen en la Edad Media, bajo el reinado de Juan II de Castilla (1406-1454), con la creación de la Contribución de sangre u obligación de servicio militar. Con este servicio, uno de cada cinco varones debía contribuir en el ejército. Esta disposición fue retomada por el primer Borbón, Felipe V, durante la Guerra de Sucesión, aunque se desarrolló efectivamente ya en el s. XVIII, bajo el reinado de Carlos III.

Félix Sandoval, bisabuelo de un servidor, haciendo la "mili" en la base aérea de Getafe.
Tras la expulsión de los franceses, España se sumió, a lo largo del siglo, en una serie de guerras civiles, pronunciamientos y guerras por las defensas de las últimas colonias (Cuba y Filipinas), además del sindiós que nos había tocado con Marruecos. Para todos estos conflictos se necesitaban tropas y se hacía uso del sorteo para suministrar soldados a la Patria. Las bases de este reclutamiento eran las siguientes:
- El cupo de soldados tenía que repartirse equitativamente entre los pueblos de la Gobernación de forma proporcionada en relación a los vecinos que tuvieran (aproximadamente 1 soldado por cada 100 vecinos.
- La quinta se realizaría por sorteo entre todos los hombres solteros entre 18 y 40 años que tuviesen “estatura, robustez, sanidad y disposición competente para el manejo de armas y Servicio de Guerra”.
Por último, el joven de una familia adinerada podía librarse del Servicio Militar a cambio de pagar una cantidad de dinero. El precio de “liberarse” era de unos 15 mil reales en época de la guerra de Cuba. Tras todos los pagos para no ir a luchas, a finales de año, el estado recibió en torno a 400 millones de pesetas de la época.
Está claro que las personas de clases más humildes tenían que ir a servir por no disponer de dinero. Esto daba lugar a que la mano de obra, tanto en el campo como en la fábrica, disminuyera. Marruecos, Cuba o Filipinas fueron el moridero de las clases humildes por combate o enfermedad, muchos de ellos sin apenas instrucción y sin haber salido de su pueblo. Imaginemos a un castellano que no ha visto el mar en su vida, llegar a Cádiz y embarcar para Santiago de Cuba o Manila. Un ejemplo de este descontento fue la Semana Trágica (1909), ante la reacción de Maura, presidente del gobierno conservador, de movilizar a los reservistas al Rif (Marruecos español).

Barricada junto a los tranvías durante la Semana Trágica de Barcelona.
Finalmente, la “Mili” fue eliminada por el gobierno de José María Aznar el 31 de diciembre de 2001. Esto dio lugar a la creación de unas Fuerzas Armadas profesionales.
Comments