top of page

El cabreo imperial y el saqueo

  • Foto del escritor: Diego Alatriste
    Diego Alatriste
  • 6 ene 2017
  • 2 Min. de lectura

Cuando en un tiempo concreto y en un lugar concreto, aparece una figura como la de Carlos V, respetada y odiada por igual, vemos que la historia es así de caprichosa y en cada periodo dispone a hombres de este calado. A continuación hablaremos de un sonado acontecimiento ocurrido en Italia en el contexto de las guerras contra Francisco I.

Carlos V en la Puerta de Bisagra (Toledo)

El francés se había unido al papado y a sus otrora enemigos los estados italianos en la Liga de Cognac. Esta alianza encabezada por Clemente VII tenía como objetivo aislar los poderes del Sacro Imperio y la Monarquía Hispánica. El Pontífice tiraba piedras sobre su propio tejado, ya que eran los castellanos los grandes evangelizadores y defensores de la fe. Tras una sucesión de batallas en Italia en las que las victorias cayeron del lado imperial, los soldados no habían recibido su soldada. Ante el descontento, éstos forzaron a sus comandantes a marchar a Roma. El soldado no es tonto, sabe donde se mueve el oro. En el mes de mayo de 1527, los 18000 soldados estaban apostados a las puertas de la Ciudad Santa. Frente a ellos, algunos mercenarios italianos, la Guardia Suiza y la milicia urbana. Pobres, no sabían lo que se les venía encima. Los defensores desde los bastiones comenzaron a gritar contra los atacantes al ver los pendones con la bicéfala y la cruz de Borgoña. Los insultos de los romanos a los imperiales caldearon aún más el ambiente. "Perfidi, lutherani, judei, marrani, hispani...", decían, aunque la soldada estaba formada por soldados lasquenetes alemanes, herejes luteranos en definitiva.


Saqueo de Roma, Francisco Javier Amérigo y Aparici (Museo Nacional del Prado).

Cuando estos entraron en Roma, saquearon la ciudad, violaron a las religiosas y se sobrepasaron con los religiosos. Este saqueo acabó con la Liga y asentó el poder de su católica majestad en toda Europa, ya fuera frente al hereje o al turco. Además este ataque supuso una bajada de humos importante al Pontífice, que desde entonces comería de la mano de la Monarquía Hispánica. Tanto es así, que ante el conflicto con Enrique VII, el Pontífice se mantuvo fiel a Carlos V, al igual que le dejó hacer y deshacer contra los reformistas. Por otro lado, Carlos V se mostró avergonzado, al menos de cara al público, ante lo sucedido en Roma.


El saqueo de Roma fue tan duro que esto supuso un fuerte varapalo al mecenazgo que se estaba desarrollando en la ciudad, el más potente de Europa junto con Florencia. Ante la escasa inversión en arte, muchos pintores como Giulio Romano o Marcantonio Raimondi tuvieron que emigrar a otros estados italianos. En definitiva, nadie tosía al gotoso de mentón prominente porque sabía lo que se le vendría encima. En el Mentidero somos admiradores de su labor y la de su hijos, fuera bastardo o natural, ya que se convirtieron en ejemplos en su tiempo: cultos, hombres de armas y buenos políticos. Los temas económicos los dejamos de lado, ya que se endeudaron hasta las cejas y dieron lugar a varias bancarrotas.






 
 
 

댓글


© 2016 por Alejandro Nieto Tapia y Julio Sandoval Márquez.

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños. 

Cicerón (106 a.c.-43 a.c.)

  • Facebook - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
bottom of page