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De un rey, cultura y un motín

  • Foto del escritor: Diego Alatriste
    Diego Alatriste
  • 14 dic 2016
  • 4 Min. de lectura

El 9 de diciembre de 1759 Carlos III llegó a España para ser coronado rey y añadir un título más a su palmarés. Ese hombrecillo de mejillas sonrosadas retratado por Goya era: duque de Parma y Plasencia, rey de Nápoles y de Sicilia, además de rey de España por obra y gracia de Isabel de Farnesio.


Retrato de Carlos III, Francisco de Goya.


Se dice que este monarca no era un intelectual pero si astuto ya que se supo rodear de un buen grupo de consejeros. Carlos III lideró una renovación del país a través de una práctica a medio camino entre el idealismo moderado y el pragmatismo político. Entre las reformas destaca el embellecimiento y saneamiento de Madrid, empedrando las calles, poniendo alumbrado público, evacuación de basuras, construcción de paseos y monumentos como la Puerta de Alcalá, Museo del Prado, Observatorio Astronómico, Jardín Botánico, fuentes de Neptuno y Cibeles. Una ingente labor de urbanización de la ciudad.


A parte de esta mejora urbanística y arquitectónica a nivel local, también se comenzó a trabajar en una serie de mejoras en las infraestructuras a nivel nacional. La construcción del Canal de Castilla (Segovia – Reinosa) y una red de caminos y carreteras que partían de Madrid fueron las más ambiciosas realizadas por el monarca. Mucho fue el interés que éste puso en ambas, pero sólo pudo desarrollar abiertamente la segunda porque las obras de la primera eran excesivamente caras y avanzaban lentamente. Finalmente se abandonarían años después con la llegada de medios de transporte más veloces y baratos.


Otro de los pilares importantes del reinado de Carlos III fue cambiar algunos usos y costumbres de los españoles que, a su parecer, estaban algo anticuados y atrasados con respecto a Europa. Una de las medidas más sonadas del monarca, aparte de dignificar todas las profesiones para que hijosdalgo y demás doblaran el lomo, fue la institucionalización de una manera correcta de vestir. El pueblo normalmente solía vestir con capa larga y sombrero de ala ancha, como era común ya en el siglo XVII, y esto a parte de poco moderno era peligroso ya que entre las capas se podían guardar armas de todo tipo.


Pues dicho y hecho, el ministro italiano Esquilache decretó que las capas debían ser más cortas y los sombreros de tres picos, para poder ver rostros y vestiduras de sus portadores. Esta ley entró en vigor el Domingo de Ramos (23 de marzo de 1766) y maldita la gracia que le hizo al pueblo madrileño, como siempre reacio a cambios, que tardó en abandonar la taberna, sacar la faca y gritar por las calles. El motín de Esquilache había comenzado.




Los amotinados se fueron moviendo por toda la ciudad desde la Plazuela de Antón Martín entonando coplillas. Se cuenta que el tío Paco, natural de Lavapiés, pagaba a los jóvenes y a los niños por gritar:


El Rey Carlos, bonitatis,

el Gobernador, tontitis,

el Confesor, chilindritis,

pero el Ministro, agarrantis.

Los Grandes serán gratis

cabrones sin ton ni son,

Madrid, Datán y Abirón,

y si no hay quien nos socorra

también Sodoma y Gomorra,

excepto la Inquisición.


Uno de los grupos de amotinados se dirigió hacia la residencia del ministro, Casa de las siete chimeneas, donde acuchillaron a un criado que les impidió la entrada. El ministro y su esposa habían escapado, uno a San Fernando de Henares y la otra a Leganés. El pueblo quería un italiano contra el que cargar, así que fueron a por Grimaldi y Sabatini. Como la labor fue complicada, decidieron terminar el día quemando un retrato del odiado Esquilache.


Casa de Esquilache o las Siete Chimeneas. Plaza del Rey (Madrid).


El Lunes Santo (24 de marzo) se extendió la noticia de que Esquilache se encontraba en Palacio junto al rey, y una muchedumbre, en la que había un significativo número de mujeres y niños, se fue congregando a sus puertas, en el Arco de la Armería. A diferencia de la guardia española que no hizo el menor asomo de defenderse, la guardia valona, un cuerpo militar compuesto por extranjeros y muy mal visto por los madrileños, se mantuvo firme frente a la masa de manifestantes; terminando por abrir fuego y matar a una mujer. Los amotinados, aún más enardecidos, coreaban consignas contra Esquilache y contra los valones; en el forcejeo cuerpo a cuerpo con los guardias valones aumentaron las bajas entre los amotinados, pero éstos consiguieron atrapar y matar a diez de los guardias, uno en ese mismo lugar y otros que fueron sorprendidos en otros puntos de la ciudad; cuyos cadáveres mutilados fueron arrastrados por las calles, quemando dos de ellos.


La temeridad de los amotinados, y el hecho de que los heridos rehusaran ser oídos en confesión, fueron interpretados posteriormente como una prueba de que habían sido aleccionados por clérigos que les habían convencido de la santidad de su causa, y de que no debían temer por la salvación de sus almas. También parecían estar convencidos de que los heridos o presos y sus familias serían apoyados económicamente. Una vez sofocado el motín y ante la suposición de que el clero estaba tras el mismo. Por una parte los ministros del gobierno y por otro lado algunos clérigos, franciscanos y dominicos, acusaron a los Jesuitas por la instigación.


Este motín se saldó con la imposición de una nueva forma de vestir, la eliminación de los valones como cuerpo de guardia, el destierro de los ministros italianos y la llegada de nuevos ministros españoles y la expulsión de la Compañía de Jesús de los reinos de España y su posterior supresión pontificia en 1773.


El pueblo español, como vemos a lo largo de la historia, es reacio a cambios, para bien o para mal, ya que siempre que nota algo raro se alzan en armas. Ya fuera con Carlos V, Carlos III o contra el francés esa bravuconería, arrogancia y orgullo presente en el ADN español no desapareció. ¿Qué te ha pasado España?





 
 
 

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© 2016 por Alejandro Nieto Tapia y Julio Sandoval Márquez.

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños. 

Cicerón (106 a.c.-43 a.c.)

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