Armenia: capital Madrid
- Diego Alatriste
- 20 sept 2016
- 3 Min. de lectura
Por todos es sabido que Madrid se convirtió en capital de España en 1561, durante el reinado de Felipe II, ya que en ella se estableció la residencia del monarca y con él la de toda la corte, así que, de esta manera podríamos considerar que donde reside el monarca y su consejo está la capital. Esto le ocurrió a la Villa entre 1382 y 1391, pero en este caso siendo capital de Armenia. Veamos por qué se convirtió en la capital de un reino a 4000 kilómetros de distancia.
Toda esta historia comienza en las costas de Cilicia, actual Turquía, donde tras el ataque de los selyúcidas a Armenia, junto al Cáucaso, se establecieron colonias de armenios que habían huido de su país y fundaron Armenia Minor o la Pequeña Armenia. Este emplazamiento fue frecuentado por soldados cristianos, principalmente franceses, que marchaban a Tierra Santa. Entre idas y venidas de franceses, el roce hizo el cariño y la familia real armenia se emparentó con los Lusignan.

El pequeño reino de Armenia.
Pasaron los años como las golondrinas del poema y trescientas primaveras después, la población de origen musulmán estaba descontenta con sus monarcas así que aplaudieron la llegada de los musulmanes egipcios y el secuestro de su rey, que fue trasladado a El Cairo. Triste y cautivo en la ciudad de los mil minaretes, además de viudo, el rey se negaba a abjurar de su religión y constantemente escribía cartas a los monarcas europeos suplicando su rescate.
Finalmente llegó el rescate, el monarca castellano Juan I se apiadó del armenio y envió un cuantioso rescate al sultán para permitir la liberación. León V, que así se llamaba el armenio, llegó a Roma para visitar al Papa y tras esto a Castilla para agradecer su rescate, y por qué no, pidiendo recuperar su corona. De esta manera Juan I le otorgó a León las ciudades de Madrid, Andújar y Ciudad Real junto con ciento cincuenta mil maravedíes. De esta manera el monarca pasa a llamarse León I de Madrid y por lo tanto ese pequeño pueblo castellano en capital de Armenia.
Los madrileños de entonces se ofendieron ante tal presencia y el monarca castellano tuvo que convertir el título en personal, de tal manera que cuando muriera León sus habitantes volverían a pertenecer a Castilla. Así que, viendo León el descontento de sus súbditos intentó ganárselos como el mejor de los alcaldes, así que decidió bajar los impuestos y no despedir a los funcionarios.

Sepulcro de León V de Armenia y I de Madrid en Saint Denis.
Aunque el monarca ya poseía tierras y dinero, no paró de buscar apoyos por los reinos europeos para recuperar el último reducto cristiano de oriente así que viajó a Navarra y de ahí a Francia, donde se congració con el rey Carlos VI y le cedió un castillo en Saint-Ouen y unas rentas, que sumadas a las rentas castellanas, lo convirtieron en un señor poderoso. Pero, aún así, el monarca empeñado en recuperar Armenia intentó mediar en la guerra de los Cien Años, para unir a ambos bandos en una cruzada que marchara a Oriente. No fue así y nuestro personaje murió el 29 de noviembre de 1393 en París y fue sepultado en la basílica de Saint Denis.
Tras su muerte, Madrid pasó de nuevo a Castilla y seguiría siendo un pequeño poblacho entre Alcalá de Henares y Toledo hasta que el rey prudente la convirtiera en Villa y Corte.
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